Huellas Compartidas | Un homenaje a las mujeres y sus lazos inquebrantables con sus mascotas

Las mujeres en Veterino desempeñan un papel fundamental en la misión de la empresa: mejorar la calidad de vida de las mascotas y garantizar que reciban los mejores productos y cuidados posibles. Detrás de cada operación, de cada importación y de cada estrategia de venta, está el compromiso y la pasión de un equipo que trabaja con convicción y amor. No es solo un empleo, es una vocación que se nutre de experiencias personales, de historias de vida que han dejado huella y que hacen que cada mujer en Veterino encuentre en su labor un propósito genuino.

Desde la coordinación administrativa hasta la promoción de productos en puntos de venta, cada mujer en Veterino es esencial para el funcionamiento de la empresa. Su trabajo no solo impacta en la organización, sino también en la vida de las personas y animales que se benefician de su dedicación. Son ellas quienes aseguran que cada mascota tenga acceso a productos de calidad, a una alimentación adecuada y a un futuro más saludable. Y su compromiso nace, en muchos casos, de experiencias propias que las han conectado profundamente con el mundo animal.

Mayra Villavicencio, coordinadora administrativa, es una pieza clave en el engranaje de Veterino. Su día comienza con la gestión de pagos, la coordinación de importaciones y la garantía de que todo funcione sin contratiempos. Un ejemplo es el proceso que supervisa para la llegada de productos como los de la marca Trixie, asegurando que las mascotas reciban lo mejor.

Su pasión por los animales tiene raíces profundas. Todo comenzó con Tobarish, un imponente pastor alemán que su padre llevó a casa cuando ella era niña. Creció a su lado, convirtiéndose en su compañero de juegos, su protector y su primer gran amor por el mundo animal. Gracias a Tobarish, descubrió la lealtad inquebrantable de los perros y comprendió que su vida estaría siempre ligada a ellos.

Hoy, al trabajar en Veterino, siente que su labor tiene un significado especial. Cada esfuerzo que realiza, cada gestión administrativa, la acerca más a la posibilidad de que muchas otras personas vivan la misma conexión con sus mascotas. Porque sabe que, al igual que Tobarish dejó una huella imborrable en su infancia, hay miles de mascotas que transforman la vida de quienes las aman.

Victoria Freire, Key Account Manager, tiene una visión estratégica en la empresa. Su trabajo implica la negociación con clientes clave y la garantía de que los productos de Veterino lleguen a las manos adecuadas. Pero su conexión con los animales va mucho más allá de lo profesional; es algo personal.

Para Victoria, alimentar bien a sus mascotas es un acto de amor. Cada elección que hace para su bienestar está impulsada por su deseo de ofrecerles la mejor calidad de vida posible. Esta convicción nació de una historia muy especial: su vínculo con Camila, su perrita bóxer.

"Camila, mi recarga emocional", así la describe. En una etapa difícil de su vida, en plena adolescencia y enfrentando retos emocionales, Camila se convirtió en su refugio. La perrita estaba siempre ahí, esperando su llegada, llenándola de energía con su alegría y acompañándola en los momentos de soledad. Era su testigo silenciosa, su medicina emocional, su vitamina en los días grises. Aún hoy, al recordarla, siente un nudo en la garganta, pero también una enorme gratitud por haber compartido su vida con ella.

Pamela Vargas, asistente administrativa, es el alma alegre de Veterino. Siempre con una energía contagiosa, su rol en contabilidad y cierre de mes no solo es crucial para el orden financiero de la empresa, sino que lo desempeña con convicción y entusiasmo. Ama lo que hace y, sobre todo, ama saber que está contribuyendo al bienestar de las mascotas.

Pamela es una firme creyente en la importancia de la alimentación saludable para los animales. Su elección personal es Gosbi, una marca en la que confía plenamente, y esta opinión está respaldada por una experiencia dolorosa. Su perro enfermó de cáncer debido a una mala alimentación, y desde entonces, su compromiso con una nutrición adecuada se volvió inquebrantable.

Más allá de su rol, Pamela es un reflejo del ambiente en Veterino: un espacio donde la pasión y la alegría se combinan con la responsabilidad y el compromiso. Se siente empoderada, valorada y parte de una familia que comparte su amor por los animales.

Yurbis Vargas, promotora, tiene una labor clave en el contacto directo con clientes y puntos de venta. Su trabajo es asegurarse de que las marcas que representa Veterino sean comprendidas y valoradas, transmitiendo la importancia de una tenencia responsable y consolidando la comunicación en el canal.

Para Yurbis, las mascotas han sido mucho más que simples animales de compañía. Su perro, quien ya no está, fue su paz, su alegría, su refugio en días difíciles. Aunque lo extraña profundamente, siente que su legado sigue vivo en cada decisión que toma dentro de Veterino.

Le encanta trabajar en la empresa porque es un lugar donde todos son tratados con igualdad y respeto. "Somos como una familia", dice con una sonrisa. Y eso es lo que hace que Veterino sea especial: no es solo una empresa, es un espacio donde la pasión, la vocación y el amor por los animales se traducen en acción.

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Estas son solo algunas de las mujeres que forman parte de Veterino. Cada una, con su historia y su compromiso, contribuye de manera esencial al crecimiento y la misión de la empresa. Detrás de cada gestión, de cada decisión y de cada acción, hay una historia de amor por los animales, de esfuerzo y de pasión por lo que hacen. Veterino es un equipo unido por una causa común: mejorar la vida de las mascotas y de quienes las aman.

En este 8M, no solo reconocemos el trabajo de todas las mujeres, sino que celebramos su esencia, su entrega y el impacto que generan. Porque su labor deja huella, porque cada historia es un testimonio de amor y porque, en Veterino, compartir esta pasión es lo que nos une.